sábado, 18 de octubre de 2008

Mujeres

ALICIA MOREAU
















Fue una de las mujeres más destacadas en la búsqueda de los derechos cívicos de las mujeres argentinas a principio de siglo.

"Siempre creí que este país merecía ser distinto. Que un día íbamos a unirnos todos y el destino cambiaría. Recuerdo los barrios obreros de esta ciudad cuando llegábamos con las banderas rojas, y la gente se iba reuniendo y se iban logrando cosas. Cuando el partido socialista era una parte linda de la vida. Cuando las mujeres nos juntamos por primera vez y empezamos a pelear por nosotras...".

Nació en 1871 en Londres, donde se encontraban exiliados sus padres. Armando Moreau —comunero de París— llegó a Bs As después de recorrer varios países europeos. Traían como bagaje los ideales que abarcaban en ese momento gran parte de Europa. Llegaron a la Argentina en 1880 en medio de una gran corriente migratoria. Los inmigrantes más politizados, se agrupaban por afinidad ideológica y nacionalidad.
La familia Moreau educa a su hija sin los prejuicios de la época. Desde muy pequeña acompaña a su padre a reuniones políticas y demuestra una enorme curiosidad intelectual y un vivo interés por el mundo. En la Escuela Normal tuvo como profesor de educación cívica a Hipólito Yrigoyen. Estudió un año de psicología y luego completó los estudios de medicina.
Comenzó su actividad política en 1906. En el Congreso Internacional de Libre Pensamiento, organizado por el ala progresista de la masonería, tomaron la palabra numerosas dirigentes femeninas.
En razón de su intervención, el Partido Socialista le acercó su programa de reivindicaciones que incluía: sufragio universal, ley de divorcio, reforma de la enseñanza, instrucción laica, gratuita y obligatoria, igualdad civil para ambos sexos y para hijos legítimos e ilegítimos, entre otras.
Aun sin afiliarse al partido, Alicia comenzó en ese momento a dar conferencias en la Sociedad Luz, dedicada a la propaganda política y la enseñanza popular. Fue la primera mujer del partido dedicada a esta tarea.
Mientras tanto colaboraba en la redacción de la Revista Socialista Internacional, “publicación mensual de exposición del socialismo científico, crítica social e información del movimiento obrero de ambos mundos”.
Dedicada mucho tiempo a la enseñanza, reivindica los principios científicos y la libertad como fundamento de la educación y la laicicidad de la enseñanza. En una época en la cual la autoridad paterna sobre esposa e hijos era indiscutible, sostiene que los niños se pertenecen a sí mismos y la educación debe ser libre de los dogmas impuesto por las instituciones y los padres.
En su práctica política recorre conventillos y se revela como una gran oradora y organizadora.
En 1910 funda el Ateneo Popular, “una asociación de extensión secundaria y universitaria”, y es elegida su secretaria general. Su actividad política continúa con la campaña del Centro Socialista por la jornada de ocho horas. Fue la cuarta mujer en recibirse de médica. También, en ese mismo año, es una de las organizadoras del Primer Congreso Femenino Internacional y en 1911 inicia la campaña para crear escuelas para inmigrantes.
En 1918 funda la Unión Feminista Nacional, tratando de unificar el Centro Socialista y el Consejo Nacional de Mujeres. Una de sus primeras actividades fue apoyar el proyecto de emancipación civil de la mujer del senador socialista.
Cuando se inicia la Unión Feminista concentra sus energías en las causas de las mujeres, sin desprenderse totalmente de sus compromisos con el partido no con la actividad social y educativa. La unión Femenina entrega en el senado 7000 firmas apoyando el proyecto de emancipación civil de la mujer.
Alicia crea el Comité Femenino de la Higiene Social para combatir la trata de blancas. La Unión Femenina, cuya presidenta era Alicia, se reunió con el comité pro Derechos de la Mujer, cuya presidenta era Elvira Dellepiane Rawson, para elaborar un programa conjunto para las elecciones municipales y Alicia fue elegida para presidir la campaña.
El senador Mario Bravo había presentado en el senado y el diputado radical Rogelio Araya en la cámara de diputados, sendos proyectos en favor del voto femenino. Resuelven realizar un simulacro de voto. En este caso, la campaña no se realiza como proyecto exclusivo del Partido Socialista.
En 1921 la Unión Femenina envía una carta solicitando la inclusión de los derechos civiles y políticos de la mujer a la Convención de Constituyentes en Santa Fe.
En 1922 se casa con Juan B. Justo. Tuvieron 3 hijos.
En 1925 las feministas obtienen la reglamentación del trabajo de mujeres y niños.
En 1926 se sancionaron los derechos civiles de la mujer.
Alicia constituyó las agrupaciones Femeninas en los Centros Socialistas con el objetivo de incrementar la participación política de la mujer.
En la época de 1945 publica La Mujer en la Democracia, un libro donde relata las luchas de las mujeres argentinas para obtener el sufragio.
En 1956 para su reorganización es designada directora de la revista “Vanguardia”.
En 1958, en el 44° Congreso, el partido se divide en el Partido Socialista Argentino y el Partido Socialista Democrático. Al año siguiente debió renunciar a la dirección de “La Vanguardia” y siguió siendo la Secretaria General del Partido Socialista Argentino.
A los 90 años, se inscribió como miembro fundadora de la Asamblea Permanente de los Derechos Humanos. Acompañaba a las madres de plaza de Mayo en las rondas y firmaba solicitadas y petitorios acerca del paradero de los desaparecidos.
Cuando en 1980 llegó al país la Comisión Interamericana de Derechos Humanos de la Organización de los Estados Americanos, fue una de las encargadas de la recepción y de exponer ante sus miembros la realidad del país.
En 1981, aún en la clandestinidad, impulsó la reunificación del Partido Socialista mediante la creación de la Unidad Socialista en alianza con el Partido Socialista Popular y el Partido Socialista del Chaco, siendo elegida presidenta.
En 1982 fue una de las pocas dirigentes políticos que se opuso frontalmente a la Guerra de las Malvinas, consecuente con sus principios anti-militaristas.
En 1985 cumplió 100 años y fue el centro de un homenaje en Unione e Benevolenza, en el que participó todo el espectro político y social de la Argentina, y durante el cual dio su último discurso público, especialmente dirigido a los jóvenes y a las mujeres.
Falleció a los 101 años el 12 de mayo de 1986.

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